domingo, 7 de abril de 2013

LA GACELA DE THOMSON



Características

Tiene el dorso de color marrón dorado y las partes inferiores blancas con una franja negra muy distintiva que recorre su costado, siendo su principal diferencia con la Gacela de Grant de aspecto muy similar, además estas bandas oscuras le sirven para desdibujar su contorno. De esta manera se le hace más difícil al depredador descubrirlas de lejos. Tanto los machos como las hembras tienen cuernos curvados levemente hacia atrás, con protuberancias a modo de anillos. Pesa alrededor de 20 Kg. o 30 Kg. y mide de 60 a 65 cm. a la altura de la cruz. Son en África el 2º animal más veloz después del guepardo ya que alcanza los 80 Km. /h. Su longevidad es de 10 a 15 años. 
 

Costumbres


La Gacela de Thomson vive en los pastizales de las sábanas en Tanzania y Kenia, y en zonas de matorral de Sudán.Vagabunda en rebaños de hasta 200 animales. En cada rebaño hay una definida jerarquía social: los machos adultos suelen permanecer aparte de los machos inmaduros, en tanto que las hembras constituyen grupos más unidos. Este habitante del campo abierto debe estar siempre alerta a cualquier señal u olor de sus numerosos enemigos, el más temible es el guepardo. Aunque se asusta fácilmente, puede verse a estas gacelas pastando tranquilamente a la vista de una manada de leones que dormitan.

 Alimentación



La mayoría de las gacelas se alimenta de una variedad de plantas; la de Thomson come principalmente hierba. Durante la estación lluviosa en la Sabana, el 90% de su dieta es hierba. En la estación seca, abandona los prados secos y se refugia en zonas de matorral. Allí adapta la dieta y come brotes y hojas nuevas de arbustos y matas. Para comer la gacela corta la hierba con sus afilados incisivos. Mastica cada bocado minuciosamente antes de tragarlo como todos los rumiantes tienen un eficiente sistema digestivo; traga la comida y la digiere en el rumen (primer estómago) antes de regurgitarla y mascarla otra vez. Después, vuelve a tragar la comida que pasa por tres estómagos más, para extraer todas las sustancias nutritivas de la hierba.
                                  

Reproducción

La gacela de Thomson cría a lo largo del año aunque, en ciertas zonas, los nacimientos coinciden con el periodo de comida abundante. En la época de apareamiento, los machos adultos que delimitan su territorio con orina, deposiciones y un olor muy fuerte producido por las glándulas próximas a los ojos. Los territorios suelen ser pequeños; apenas unos 1000 pies separan a los machos que compiten por la atención de las hembras.
A pesar de su delicado aspecto la gacela de Thomson es agresiva. Pelea con ferocidad en caso de que un macho invada su territorio. Ambos contendientes miden sus fuerzas, la cabeza baja y los cuerpos trabados. Al final uno de ellos abandonara el territorio. Los machos inmaduros se adiestran peleando uno contra otro en un combate simulado; pero, las peleas entre adultos pueden llegar a ser violentos una vez marcado su territorio, el macho se aparea con cualquier hembra que entre en su territorio.
A veces incluso reúne y conduce un grupo de hembras hasta su territorio.                 
 
El proceso de apareamiento comienza cuando la gacela macho sigue a una hembra oliendo su orina para comprobar si está en celo, si es así el macho procederá a montar a la hembra. La gestación dura de 5 a 6 meses luego la hembra se retira a corta distancia del rebaño y da a luz una sola cría. Durante la primera semana de vida del recién nacido de color pardo oscuro, permanece camuflado en la hierba, oculto a los ojos de los depredadores.


Relación con el hombre

El hombre siempre ha utilizado la gacela como alimento. En tiempos más reciente la caza como trofeo. En consecuencia su número que se estima actualmente en unos 500.000 ha disminuido un 60% desde el año 1978 al 2005 aunque sigue siendo muy común sobre todo en áreas protegidas como el Parque Nacional Serengeti y Masai Mara. La mayor amenaza contra la gacela de Thomson no proviene del cazador, sino del ganadero. Las ovejas, cabras y vacas domésticas comen lo mismo que la gacela. Compiten, pues, por el alimento y el agua. El aumento de las tierras de pastoreo y del consumo de agua podría reducir el número de gacelas. Asimismo, sus migraciones estacionales tropiezan ahora con los cercados para encerrar el ganado en lo que antes eran campos abiertos.


                                                                                              Trabajo realizado por Daniel Duque Huerta

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